La vida es cambio. Cambian las amistades, la salud, el trabajo… Pueden ser cambios grandes o pequeños, buscados o inesperados, agradables o desagradables… pero todos los cambios tienen en común que requieren un posterior proceso de adaptación.
¿Qué nos ocurre cuando se produce un cambio?
Partimos de la base de que cuando un cambio nos afecta es debido a que de alguna manera, éste nos ha empujado fuera de nuestra zona de confort. Es decir, hasta ese momento nos movíamos en un entorno más o menos conocido en el que nos sentíamos seguros. No necesariamente quiere decir que esa zona de confort nos hiciera felices, pero al menos la incertidumbre era reducida y la sensación de control alta.
Cuando salimos o nos “fuerzan a salir” de la zona de confort, la primera parada es la zona de miedo. Lo normal aquí es sentir malestar e incluso ansiedad. La clave reside en aprender a convivir con esta incomodidad mientras desarrollamos habilidades que nos permitan hacer frente a las nuevas demandas.
¿Quieres afrontar los cambios con éxito? Te animamos a que sigas estos consejos:
- ASUME EL CAMBIO
El punto de partida es entender que por mucho que te resistas, el cambio se ha producido. En lugar de oponerte a él emplea tu energía en preguntarte: ¿Qué puedo hacer para adaptarme mejor a esta situación? Esto te ayudará a tomarte la nueva realidad como un reto y no como un problema.
- MANEJA TUS PREOCUPACIONES
Como hemos visto el cambio y el miedo van de la mano en muchas ocasiones. Es normal que aparezcan pensamientos negativos y limitadores pero debes gestionarlos correctamente para que no te impidan adaptarte. Si quieres saber cómo conseguirlo, te recomendamos que leas “6 pasos que te ayudaran a relacionarte mejor con tus preocupaciones” y “¿Eres víctima de tus pensamientos negativos?”
- VIVE EL MOMENTO PRESENTE
En un ambiente cambiante es común tender a anticipar y adelantarnos a los acontecimientos. Además, con frecuencia, solemos imaginar el futuro como catastrófico y eso nos puede llevar al sufrimiento.
Los cambios debemos afrontarlos, pero solo una vez que aparezcan, no antes. Por eso es importante traer la atención al presente. Hay distintas formas de conseguirlo pero te proponemos estos dos ejercicios:
- Trae de vuelta la atención. Ponte varias alertas en el móvil a lo largo del día. Cuando suene la alarma, date cuenta de si tu atención está en lo que estás haciendo o si te has despistado. Si te has distraído, centra de nuevo tu atención en el presente y continúa con lo que estabas haciendo.
- Escoge momentos de conciencia plena. Elije una actividad de tu día (cepillarte los dientes, la ducha, dar un paseo…) Durante una semana, cada vez que hagas esa actividad préstale toda tu atención. Observa cómo está tu cuerpo, las texturas, olores, colores… Si durante el ejercicio te distraes, vuelve a centrarte en lo que estés haciendo con calma y paciencia.
Si necesitas más ideas para aterrizar en el presente pincha aquí
- RELAJA TU CUERPO Y TU MENTE ¡DESACTIVATE!
Los cambios generan estrés hasta que alcanzamos cierto nivel de adaptación. Teniendo en cuenta esto, es importante liberar la tensión acumulada para evitar que aparezcan molestias físicas o ser caldo de cultivo para más preocupaciones.
Puedes hacerlo de muchas maneras: practicando algún deporte o afición, quedando con personas que te ayuden a desconectar o meditando. A estas alturas ya sabrás que es lo que mejor te funciona así que te recomendamos que comiences hoy mismo.
- CAMBIA DE DISCO. SUSTITUYE LA QUEJA POR UN DIÁLOGO CONSTRUCTIVO
¿Qué efecto tiene la queja en mí? Es bueno que te hagas esta pregunta para comprobar como la queja, que suele estar llena de negatividad, te lleva a un estado de pesimismo y bloqueo que te impide afrontar la situación con facilidad.
Te proponemos suavizar la forma con la que te refieres al cambio que se ha producido. La realidad no va a cambiar pero tu malestar es muy probable que se reduzca. Este es un ejemplo: “No puedo con esto” — “Me está costando pero si me doy más tiempo, lo conseguiré”
- BÚSCALE SENTIDO AL CAMBIO
Esto no siempre es sencillo pero encontrarle un sentido a las cosas que nos pasan ayuda mucho en el afrontamiento y posterior adaptación.
Pregúntate el para qué del cambio y no el por qué. Encontrarle el sentido de lo que estás haciendo o lo que está ocurriendo te ayudará a cambiarle la carga emocional. Se reduce las connotaciones negativas y te sentirás algo mejor. Por ejemplo: “Aunque no me guste hacer ejercicio es bueno para mi salud física y mental” o “Me molesta llevar mascarilla pero es una medida útil para proteger a los demás y a mí mismo”.
- BÁSATE EN TU PROPIA EXPERIENCIA
¿Qué recursos /fortalezas he utilizado para afrontar otros cambios en el pasado? Teniendo en cuenta la gran cantidad de cambios que ya hemos superado, acabamos siendo expertos en adaptarnos y volver a empezar. Normalmente, lo conseguimos ayudados de recursos de todo tipo. Quizás sea tu perseverancia, tu círculo de apoyo, tu inteligencia o tu capacidad de superación. Utiliza las fortalezas que seguro que ya tienes y ¡ponte manos a la obra!
- ENFÓCATE EN LA OPORTUNIDAD QUE ENCIERRA EL CAMBIO
El sentimiento de gratitud es incompatible con emociones como la rabia, tristeza, miedo, envidia, estrés… La gratitud por tanto nos ayuda a vivir el presente y a darnos cuenta de todo lo bueno que tenemos a pesar de las molestias que van apareciendo. La gratitud nos impulsa a seguir hacia delante y a superar mejor las adversidades.
Coge lápiz y papel y responde a estas preguntas: ¿Ha traído algo bueno este cambio? y ¿Qué cosas me siguen gustando de mi vida? Tener estas respuestas presentes contribuirá a que tengas una buena actitud ante los nuevos retos.
- CULTIVA LA PACIENCIA
Joyce Meyer dijo: “La paciencia no es simplemente la capacidad para esperar, es cómo nos comportamos mientras esperamos” Esta reflexión nos parece muy acertada porque es cierto que el tiempo y la paciencia son aliados en la adaptación a los cambios, pero para que la espera no sea demasiado molesta y difícil debemos llevar a cabo acciones valiosas y contractivas.
Si ahora mismo te encuentras afrontando algún cambio y sientes que te está costando más de lo que te gustaría, te animamos a que pongas a prueba estas sugerencias. Sabemos que no siempre es sencillo y que en ocasiones se requiere ayuda extra, por lo que estaremos encantadas de acompañarte en este proceso. Puedes ponerte en contacto con nosotras en: info@serratvalerapsicologia.com
Dejar un comentario
¿Quieres unirte a la conversación?Siéntete libre de contribuir!