Cuando hablamos de encontrar sentido al trabajo nos referimos al hecho de “percibir que mi trabajo me aporta algo valioso”. Evidentemente, hay muchas formas diferentes de encontrar este sentido, en función de lo que cada persona valore y de lo que cada puesto de trabajo ofrezca.

¿Cuáles son las fuentes que proporcionan sentido y motivación al trabajo? Existen muchas y muy variadas.  Estas son las más relevantes y potentes según las investigaciones:

1. CUMPLIMIENTO DE METAS PROFESIONALES. AUTORREALIZACIÓN.

Por un lado, podemos obtener una importante satisfacción laboral y sensación de orgullo mediante la consecución de logros profesionales: hacer mi trabajo correctamente, terminar un proyecto, obtener una evaluación positiva, reconocerme mis logros y esfuerzo, saber que con mi trabajo contribuyo a una misión y aporto valor, comprobar que mis ideas son tenidas en cuenta…

Por otro lado, también resulta muy motivador poder aprender nuevas habilidades, destrezas o conocimientos para crecer profesional y personalmente. Esto no implica solo realizar cursos o formaciones como tal, sino también aprovechar cualquier oportunidad para adquirir nuevos conocimientos (ya sea al preparando una reunión o interesándose por el trabajo que hace un compañero de otro departamento).

2. APORTAR MÁS ALLÁ DE UNO MISMO. TRANSCENDENCIA.

La ciencia demuestra que ayudar a los demás correlaciona con la felicidad, por lo que no es de extrañar que muchas personas encuentren su vocación en ello. Puede ser porque el trabajo implique en sí mismo ayudar a los demás (como ocurre a los profesionales sanitarios, trabajadores sociales, atención al cliente, etc.) o porque la empresa tenga una misión social (por ejemplo, una empresa cuya misión es contribuir al desarrollo económico de colectivos con riesgo de exclusión social en África a través de microcréditos a mujeres emprendedoras).

Quizás estés pensando: “ya, pero la mayoría de los empleos no tienen este tipo de propósito tan transcendental”. Tienes razón. Sin embargo, todos los trabajos pueden ser dotados de cierto propósito altruista si tratamos de encontrar la forma. Por ejemplo, podemos centrarnos en ser útiles y amables con nuestros compañeros, responsables o clientes. Aportar nuestro granito de arena diario para hacer la vida más agradable y fácil a otras personas. Enseñar a los demás nuestros conocimientos y experiencia, estar disponible para echar una mano a un compañero (no solo cuando pidan ayuda, sino también por iniciativa propia) … son cosas que, además de dotar de más sentido a tu trabajo, contribuirán a mejorar el clima laboral.

3. SENTIRSE PARTE DE UNA COMUNIDAD. PERTENENCIA.

En una sociedad donde la soledad es cada vez mayor, el trabajos puede ayudarnos a establecer vínculos de amistad con otras personas y ampliar nuestra red de apoyo social. Las relaciones positivas con los compañeros sin duda puede ser una motivación muy potente.

¿Cómo construir relaciones más estrechas con los compañeros? Interésate por ellos (siempre en la medida en que ellos se abran). Recuerda la información personal que han compartido contigo, para luego preguntar. Aprovecha los descansos para entablar conversaciones que no estén siempre relacionadas con el trabajo. Organiza un desayuno con compañeros o participa cuando puedas en actividades after-work para crear momentos relajados de desconexión.

4. PRESTIGIO O ESTATUS.

No cabe duda de que decir que trabajas en determinada empresa, proyecto o marca aporta estatus y reconocimiento social. Aunque esto no sea necesariamente una fuente de motivación importante para todos, para algunas personas compensa las horas extra de trabajo o el estrés. Se sienten reafirmadas de esta manera.

Además, hoy en día muchas grandes empresas se preocupan por el bienestar de sus empleados y les ofrecen beneficios sociales (programas de apoyo al empleado, seguros médicos, teletrabajo, bolsa de horas, cursos y formaciones de reciclaje, dietas o desplazamientos, guardería, etc.).  Muchos empleados valoran enormemente estos privilegios, desarrollando un sentimiento de gratitud y pertenencia que les fideliza.

5. AUTONOMÍA Y PODER DE DECISIÓN.

Por último, pero no menos importante, ciertas personas se ven muy atraídas por la independencia en el trabajo: poder tomar decisiones, organizar su horario con cierta flexibilidad y decidir qué tareas asumen y cuáles no (sea como autónomo o por cuenta ajena). Este tipo de libertad les permite conciliar vida laboral y vida personal, lo que otorga para ellos sentido a su trabajo y les hace mantener su motivación a pesar de las dificultades.

Aquí te hemos propuesto 5 formas de encontrar sentido a tu trabajo y seguro que a ti se te ocurren otras, pero lo importante es que te pares a reflexionar: ¿Qué fuentes de motivación laboral son importantes para ti? ¿Cuáles te ofrece tu actual empleo?

¡Manos a la obra!

No permitas que este artículo se limite a una mera reflexión. Una vez identificada la fuente de motivación laboral más potente para ti, te recomendamos que te propongas desarrollarla o potenciarla.  Así, podrás convertir la vuelta a la rutina en un bonito proyecto. Para ello:

  • Elabora un plan por escrito, incluyendo tus objetivos concretos y plazos. Revisa periódicamente tus progresos para que tu propósito no se quede solo en un propósito.
  • Sea lo que sea que valores de tu trabajo, procura tenerlo muy presente para sentirte privilegiado. De lo contrario, tendemos a habituarnos con el tiempo a lo bueno, dejando de apreciarlo. Puedes anotar todo lo positivo que te aporta tu trabajo para leerlo de vez en cuando y agradecerlo.

Esperamos que este artículo te resulte útil para retomar el nuevo curso con ilusión ante nuevos retos. Si necesitas orientación o asesoramiento adaptado a tu situación personal, no dudes en contactarnos. Nuestro equipo de psicólogas estará deseando acompañarte en tu andadura.

0 comentarios

Dejar un comentario

¿Quieres unirte a la conversación?
Siéntete libre de contribuir!

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *